La emisora popular que en promedio es la más escuchada en Bogotá nos pidió visionar su imagen para el futuro, sabiendo que lo digital adquiere más y más importancia cada día. Bajo esa premisa se exploraron varios caminos, unos más audaces y otros más cercanos a la imagen que identifica la emisora actualmente. El resultado es la renovación, a través de la simplificación, acorde con la tendencia mundial (menos es más), con elementos tales como el fuego, la calidez (la llama) y la música (nota) para hacer que la marca refleje modernidad, cercanía y alegría, y que pueda viajar de una manera más fiel en cada uno de los medios: desde el vidrio del taxi o el avatar de Instagram, hasta un aviso publicitario o la actividad vivencial en un barrio.